La cirugía abierta es el tipo de cirugía más antigüa que se ha venido haciendo por
muchos siglos, es la más tradicional. En la cirugía abierta se debe cortar la piel
con un corte largo y muy profundo para poder tener acceso a los órganos dentro del
abdomen. Esto conlleva a que el paciente presente, después de la cirugía, un dolor
mayor puesto que varias capas de piel y varios órganos son manipulados. La cicatriz
que surge de la cirugía abierta es grande y muy evidente en el abdomen. En cambio,
la cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, lo que
quiere decir que para operar a un paciente se realizan de una a cuatro pequeñas
heridas por las cuales se introducen la cámara y los instrumentos quirúrgicos. La
totalidad de la cirugía se lleva acabo en el interior de la cavidad del abdomen. La
recuperación del paciente es evidentemente más rápida por que los médicos han hecho
una menor invasión sobre los órganos y músculos del abdomen.